Marzo se nos va ya y en Japón marzo siempre es un mes bonito. Da comienzo a mediados del mes en la mayoría del territorio japonés la temporada de la Sakura o floración de los cerezos (en Okinawa, bastante más al sur que las demás islas, empieza antes).

Yo que soy un 50% cacereña -de corazón igual soy hasta un poquito más- he visto muchas veces de pequeña esos mares blancos y aunque pensaba que eran bonitos creía que lo importante era lo que venía después, la fruta, la recogida de la cosecha, el producto final.

Pero los japoneses, con su forma única de entender el mundo, pese a que también valoran el fruto ven la belleza mucho antes de que éste madure. Entienden que la flor del cerezo se cae del árbol cuando aún es hermosa, no se cae muerta, sólo se la lleva el aire. Y eso es algo digno de admirar.

Cuando crecí y vi esas tormentas rosas y blancas en el manga y el cine japones, esos tornados de pétalos que envuelven al que está agitado, al que está triste o al que ve irse o acercarse a ESE GRAN AMOR (asi, con mayúsculas) empecé a ver los cerezos con otros ojos. Me habían regalado el mirar algo de nuevo como si lo viese por primera vez.

Quien esté por aquellos lares que lo disfrute mucho, que se siente debajo de unos cerezos y que lo pase muy bien en un hanami. El que esté un poquito más cerca, está a tiempo, que este Abril se arrime a un cerezo de los nuestros, prepare un picnic y empiece a disfrutarlo de otra manera.

Y cuando en verano nos comamos unas cerezas nos acordaremos de las joyas blancas que se nos caen encima como nieve cálida. Seguro que nos sabrán mucho más ricas.

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Kanpai! Fuente:https://nanapi.jp

Pero en Japón, como decíamos, hay muchas cosas que disfrutar en marzo y como es el país de contrastes por excelencia podemos pasar sin movernos mucho de ese momento de introspección y exaltación de la naturaleza a una cita con el consumo puro y duro, al mogollón de los centros comerciales y a buscar el regalo que mejor nos haga quedar. Me explico.

El día de San Valentín las japonesas les regalan chocolate a los amigos y compañeros (Giri choco), a sus parejas o al buen mozo al que le tienen echado el ojo y quieren conquistar (Honmei choco). Unas se lo curran y lo hacen ellas mismas, y las que no tienen maña ni tiempo, pues no hay problema, los maestros chocolateros (como el anuncio) japoneses se lo ponen fácil

Y ahora viene lo bueno –si eres mujer, supongo-, desde los años setenta, el 14 de marzo, justo un mes después en Japón se celebra el White Day (ホワイトデー, aunque es una tradición que comienza a extenderse al resto del continente asiático), aquel que haya recibido chocolatitos en San Valentín debe devolverle un regalo a la chica. Aunque mayoritariamente se regale chocolate blanco, están muy bien vistos regalos un poco mas “duraderos”: una joyita de oro blanco, aquel bolsito blanco de marca, este perfume tan de moda…(claro, si eres un chavalín de secundaria te irás más a los bombones y si eres un señor hecho y derecho con un sueldo…no hay excusas!).

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Fuente: http://www.japantoday.com/

¿Fiesta consumista? Claro. Pero a nadie le amarga un dulce ¿No?

Ah, eso sí, siento pinchar la burbuja del romace, si el 14 de marzo te acaban regalando unas “nubes” o malvaviscos (マシュマロ) siento decirte que te están dando calabazas y rechazan tus avances. Cómetelas mientras planeas un nuevo objetivo para el próximo año.

Hasta pronto!

Escuchando: Dj Okawari- Flower Dance (muy a tono)