Hoy os invitamos a conocer un poco más Kanto, la región donde se encuentra Tokyo como uno de los principales focos de producción de kimonos.

Os hablamos muchas veces de los kimonos como pieza acabada pero hoy queremos contaros un poco sobre el origen de la pieza, las zonas de Japón donde se produce la seda.

Cada vez que pensamos en el kimono inmediatamente nos acordamos de Kyoto. Es la ciudad donde un barrio entero, Gion, parece que ha quedado parado en el tiempo con sus calles maravillosas, sus restaurantes tradicionales y, por supuesto, las maikos y geishas.

Y no sólo ellas llevan kimono. En muchos establecimientos de hostelería, en los ryokanes o en hoteles podemos ver a personal vestido de manera tradicional.

En tiendas de repostería tradicional como la wagashi podemos ver al personal vestido con kimonos delicados y elegantes a diario.

Es una zona donde hay muchísimas tiendas de kimono, donde podemos alquilarlos para pasear y donde se siente el orgullo y el respeto por esta prenda. Ya sea vintage o nuevo es una zona importantísima para la producción y confección de kimono y obi y es el sitio natural de referencia para ellas.

Sin embargo, hay una zona en Japón que aunque no identifiquemos directamente con el kimono es una gran productora de estas joyas textiles.

KIMONOS EN KANTO

Por supuesto que el kimono es un símbolo de todo el país en su conjunto, pero como ocurre en España, no algo que es identitario de todo el país se produce en todo el territorio y hay zonas dedicadas a diferentes artesanías.

Os hablamos de la zona alrededor de Tokyo, Kanto.

La región de Kantō (関東地方) es un área geográfica de Honshū, la isla más grande de Japón y con la que solemos identificar normalmente el país (que en realidad se compone de más islas). La región tiene una población de 42 000 000 habitantes, siendo el área metropolitana más poblada del mundo.

La región está compuesta por las prefecturas de Gunma, Tochigi, Ibaraki, Saitama, Chiba, Kanagawa y la Metrópolis de Tokio. Además de Tokio, en la región de Kantō se encuentran las ciudades de Yokohama, Kawasaki, Saitama y Chiba.

Como es una zona con relieve montañoso no es apropiada para el cultivo del arroz, el cultivo más extendido por todo Japón, así que tradicionalmente (y cuando digo tradicionalmente estoy hablando de que hay muestras de la actividad desde hace más de mil años) esa zona se ha dedicado entre otras cosas a la sericultura, la cría del gusano de seda y el posterior hilado de la misma.

Japón ha sido durante muchas décadas el mayor exportador de seda del mundo y la seda de mejor calidad era exportada para satisfacer la gran demanda de la industria de la moda y las de una calidad ligeramente inferior se quedaba en Japón en el S. XX para la producción nacional de kimonos de diario, lisos o de rayas.

Incluso como turistas podemos experimentar la tradición textil de la zona. En chibisu podemos visitar el Chichibu Meisen Silk Center que incluso ofrece actividades como aprender a teñir textiles a la manera tradicional.

La seda Chichibu meisen está registrada como una artesanía tradicional japonesa. Esta seda es conocida por sus colores intensos y fue muy popular a principios el siglo pasado.

Dentro de la producción de seda de la región de Kanto es muy destacable su producción de seda meisen, de una calidad algo inferior al chirimen (tiene un tacto ligeramente más crujiente), seda que se populariza durante los años 40. Lo novedoso de las piezas meisen es que se teñían con grandes planchas superponiendo los colores, luego se separaban las capas de tela y finalmente se cosía la pieza. De esta manera el proceso es más rápido que el de la elaboración de la seda chirimen y por lo tanto resultaba más económico y cuando una moda cambiaba o se ponía de moda un estampado diferente, las mujeres japonesas podía permitirse uno de estos kimonos cada dos o tres temporadas.

Es decir, las piezas con Meisen fueron los primeros kimonos de seda producido industrialmente, ayudando a que la pieza estampada se popularizase entre más clases sociales. Utilizando una técnica llamada hogushi ori, los productores descubrieron cómo imprimir con plantillas en hilos de urdimbre o de trama antes de entrelazarlos pudiendo producir fácilmente patrones mucho más complejos con muchos colores.

Como os decíamos la seda meisen es más económica que otras de calidad superior, asi que en la epoca en la que Japón pasaba por una auténtica depresión económica el tejido se popularizó, las piezas se vendían en grandes almacenes y se convirtió en un tejido utilizado en las escuelas. Por lo que Kanto fue una pieza clave que permitió que el kimono se siguiese vistiendo durante las décadas más modernas.

KIMONOS Y ALGODÓN EN KANTO

Y no solo la seda es una materia producida en kimono. Como sabéis también se utiliza algodón para hacer piezas tradicionales.

Como su cultivo requiere mucho sol y mucha agua el algodón principalmente se cultivaba en el oeste del pais, pero en Kanto también encontramos producción de algodón para los kimonos.

De hecho, el algodón con patrón de rayas es una de las joyas de Kawagoe. Kawagoe es una ciudad cuya historia se remonta a la Edad de Piedra. El Kawagoe Tozan (Kawatou) es la tela hecha en Kawagoe que fue muy demandada desde finales del período Edo hasta alrededor de 1900.

Este algodón de Kawagoe a rayas recibe el nombre de Tozan.  En el siglo XIII este tipo de algodón con ese motivo fue importado de India a Japón, de hecho se utilizaba el nombre como referencia para hablar de la “tela de algodón importada del extranjero” a través del puerto de Santo Tomás.

La tela gozó del favor del Shogunato y pronto se empezó a fabricar en Japón para los kimonos de trabajo y uso diario. Es un algodón resistente con un motivo y una gama cromática que aguanta muy bien el exterior y los trabajos duros, así que es muy habitual verla representada en escenas de dibujos de esos siglos que muestras escenas de la vida cotidiana de los japoneses.

Como en muchas industrias tradicionales, lo que en su día era una floreciente industria en toda la región hoy se ha visto un poco mermada.

Como sabemos el kimono ya no es el atuendo de diario para todo el mundo desde que se popularizó la ropa de estilo occidental para trabajar como los trajes y las faldas y por lo tanto la demanda en el propio pais se minimizó.

Se cerraron fábricas y hubo pueblos de Kanto que dejaron de vivir de la producción de textiles para kimonos pero sigue habiendo puntos muy importantes de este sector en la zona, muestra de ello es la Manufactura de seda de Toioka.

Es la fábrica de hilado de seda moderna más antigua de Japón, inaugurada en 1872 por el gobierno japonés para implantar hiladoras modernas de Francia y extender esa tecnología a todo el país. Está a unos 100 km de distancia. al noroeste de Tokio y desde 2014 es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Ver en persona como es el proceso de producción de las telas para lso kimonos es una experiencia increíble, y nos hace valorar aún más el tesoro que es esta prenda cuando ya vemos el producto final en nuestras manos. Nos apasiona su historia y su producción, ¿y a vosotros?