El kimono antiguo o vintage guarda diversas diferencias con los kimono que se confeccionan en la actualidad. Esa disimilitud no se basa solo en el valor económico, también hay diferencias en las telas, los colores y los estampados.

¿CÓMO SE CONFECCIONA?

 

Uno de los factores que más diferencia un kimono antiguo con uno más moderno es la manera en la que estos han sido confeccionados. Un kimono está creado a mano por artesanos siguiendo distintas técnicas, en especial de teñido, que después logran una diferencia en cómo acabará siendo presentado el kimono, su peso, su textura y su apariencia en general. Crear un kimono desde cero a mano es una tarea que puede llegar a tomar varios meses y son ese trabajo a mano cuidando y estudiando cada detalle y son las técnicas que se utilizan las que aumentan mucho el valor de la prenda y marcan una gran diferencia en su precio final.

En la actualidad siguen existiendo kimono que se confeccionan a mano pero lo más común  es el kimono que se hacer con la ayuda de maquinaria ya que no tiene un precio tan elevado y abre opciones para que cualquier persona lo compre e incluso gente extranjera. Además, no todo el trabajo se realiza en Japón y este factor no solo rebaja el precio final del kimono sino que le quita ese pedacito de historia y tradición que podría tener uno creado a mano por artesanos dentro del país.

¿QUÉ MATERIALES SE USAN?

Este es un punto que también tiene mucha importancia a la hora de marcar una diferencia en cómo se crea un Kimono antiguo y uno que pertenezca a la actualidad. En este caso hay dos motivos que han causado este cambio en los materiales usados. El primero es, como en el caso anterior de la confección, el coste económico. Usando materiales algo más baratos se consigue bajar el precio final de la prenda para que esté más expandida en el mercado. El segundo motivo es facilitar el cuidado del kimono. Los kimono antiguos están creados con distintos tipos de seda pero en la actualidad se han añadido nuevas telas sintéticas como poliéster que no requieren tantos cuidados a la hora de limpiar y mantener la prenda. Un kimono de seda tiene una caída y un tacto más delicado y elegante pero es un tipo de tela con más posibilidad de mancharse. Debe tratarse con cuidado para que no se moje o que no coja humedades. Para eso, los kimono de seda se recomienda guardarlos en lo que se conoce como un tatoshi, una bolsa de papel que sirve de protección ante cualquier agente externo. Sin embargo un kimono hecho con materiales sintéticos puede ser colgado si se prefiere e incluso puede lavarse en la propia lavadora de casa o a mano sin temor a estropear la tela.

El hecho de que se han creado alternativas más económicas para el kimono no significa que los realizados a base de seda hayan perdido valor en la actualidad. De hecho, los kimono de seda siguen siendo los más valorizados y los kimono antiguo reciben un gran respeto no solo por el material sino que por su proceso de creación y por su historia también. Dentro de los distintos tipos de seda utilizada están la seda meisen, la cual es la variante de seda más económica; la kinsha que es ligera para el verano; la seda omeshi que se utilizaba para piezas de la realeza y que son difíciles de conseguir actualmente por lo que su valor en bastante elevado o la seda tsumugi que toma tanto tiempo el realizarse que tiene un valor muy elevado.

COLORES Y DISEÑOS

Durante los últimos años del siglo pasado y por efectos de la globalización de Japón y buscar innovación se empezaron a crear nuevos diseños en los kimono más geométricos en lugar de representar escenas de la naturaleza.

Como curiosidad, dentro del mundo de los kimono existen más de 400 colores tradicionales que se pueden encontrar en las prendas. Cada color con un nombre distinto. Esto demuestra la diferencia que una cultura y un lenguaje cambia nuestra vision del mundo y los colores que nos rodean. Por lo tanto no se diría que una zona de un kimono es magenta o lila, se puede usar ayame-iro y se especifica el tono exacto.